Sirva este discretísimo remake de la estupenda "The day the Earth stood still" del gran Robert Wise como ejemplo de la falta de ideas y creatividad que acusa el Hollywood actual, publicitada a bombo y platillo como la gran película de las Navidades pero que no pasa de ser un telefilme de lujo con buenos efectos especiales y rodada con menos pasión que un anuncio de teletienda.
La kilométrica distancia que separa este mediocre intento de taquillazo con la extraordinaria "La guerra de los mundos" de Spielberg o con su primera versión del año 1951 es directamente proporcional a la decepción que uno siente viendo cómo Hollywood es capaz de venderse a sí mismo a costa de hacer caja, renunciando a cualquier atisbo de originalidad, talento o vergüenza.
La actuación de Keanu Reeves, impasible, incapaz de mostrar emoción alguna y limitándose a caminar de un lado para otro y a leer sus líneas de guión, es una magnífica metáfora de la ilusión y pasión aportadas por los responsables del proyecto, más ocupados en hacer números con sus bancos que en preocuparse por entregar un remake digno, o en molestarse en crear algo original.
En cuanto a los otros protagonistas, Jennifer Connelly se limita a poner cara de preocupación durante todo el metraje, mientras que Jaden Smith, el hijo de Will Smith y que ya debutara con su padre en la curiosa "En busca de la felicidad", encarna a un repelente niño de los que a uno le hacen replantearse la Ley de Maltrato Infantil. Kahty Bates y John Cleese son meras anécdotas introducidas para tratar de aportar algo de prestigio en tamaño desaguisado.
De lo poco salvable de la cinta habría que destacar el aterrizaje de la esfera, la escena en el búnker tratando de descrifrar a GORT y los efectos especiales, en particular los que recrean el material del que GORT está compuesto. Respecto al contenido crítico de la cinta, este brilla por su ausencia: el supuesto contenido ecologista-humanista queda diluido en el aparatoso continente hasta el punto que al final a uno le dá igual si exterminan a la raza humana o no, con tal de que ocurra algo en la aburrida trama.
Es curioso que un director prometedor como Scott Derrickson, responsable de la notable "El exorcismo de Emily Rose", se haya declarado fan de la cinta original de Robert Wise y haya tratado de llevarla de nuevo a la pantalla desde 1993; visto el resultado la película parece más fruto de un encargo que un proyecto personal y guiado por la pasión. Una pena.
Nota: 3,5
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2 comentarios:
El dinero es el dinero :)
De todos modos, SPOILER
Ese final en que la Tierra acaba en esa "edad de piedra" hace que uno salga del cine pensando, lo cual ya es un logro.
FIN SPOILER
Pero sí, la película no es nada del otro mundo y un fallo (no en el sentido monetario) es que nos han vendido una película que no es, ya que viendo el trailer la gente se espera una Independence Day, lo cual no tiene "nada" que ver con la propuesta actual.
Te recomiendo, no sé si ya la habrás visto, El Intercambio. El amigo Eastwood nunca defrauda.
Al final de la película lo único en que pensaba es en que acabara de una vez, ya que el aburrimiento empezaba a ser insoportable. El mensaje, como digo, queda diluido en el penoso envoltorio y la cinta creo que no tiene la capacidad mínima necesaria para proponer una reflexión seria; ahora, si a tí te ha hecho reflexionar lo celebro, el mensaje en sí no es malo, lo malo es la película.
Estoy de acuerdo contigo: Clint Eastwood es un cineasta superdotado, "El intercambio" está en mi lista de próxímas películas para ver. Un abrazo.
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